EL MAGO EN EL TAROT

El Mago es el poder masculino de la creación, la creación con la fuerza de voluntad y el deseo. En el pensamiento antiguo, es la capacidad de hacer las cosas tan solo por decirlas en voz alta (“Como cuando Dios dijo: ¡Hágase la Luz!, y hubo luz“). Una manera de reflejar esta característica es fijarse que El Mago está representado por el Mercurio. Él representa el don de gentes, un gran conversador, un vendedor. Es también hábil con el juego de manos (Mercurio fue el Dios de los ladrones) y un hombre de medicina, ya sea un médico titulado o alguien tratando de vender pociones de aceite de serpiente.
Los cuatro palos que se pueden ver en su mesa nos recuerdan a los cuatro Ases, que simbolizan las características crudas, sin desarrollar de cada palo de los arcanos menores. Cuando El Mago aparece ante ellas, consigue desarrollar estas cualidades.
El lector de cartas puede interpretar esta carta pensando que el consultante experimentará una visión, una idea, algo mágico, la imagen mental de lo que más deseen: la solución a un problema, una carrera profesional ambiciosa, una vida amorosa, un trabajo.